Tan solo quedan 11 años para adoptar medidas encaminadas a limitar los efectos del cambio climático y la solución climática más práctica y accesible a escala mundial pasa por unas inversiones anuales en el sector energético de hasta 4,3 billones de dólares hasta 2030.
Es necesario duplicar las inversiones anuales en energías renovables de la próxima década, de los 330 000 millones de dólares aproximadamente hasta casi 750 000 millones de dólares al año hasta 2030.
Estas conclusiones forman parte de un nuevo informe de IRENA sobre inversión en el clima que destaca cómo la inversión mundial acumulada en materia energética debe girar, sin lugar a dudas, en torno a las tecnologías con bajas emisiones de carbono, entre ellas las relacionadas con las energías renovables. Para respetar el límite establecido en el Acuerdo de París y ratificado por el reciente informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es necesario rencauzar más de 18,6 billones de dólares en inversiones en combustibles fósiles de aquí a 2050.
Pese a la urgencia, las pautas de inversión actuales muestran una absoluta incompatibilidad con la senda necesaria para garantizar un futuro seguro para el clima. Con la suma de las energías renovables y la eficiencia energética, junto con una electrificación más exhaustiva, se puede obtener un 90 por ciento de la reducción de las emisiones relacionadas con la energía que se recoge en el Acuerdo de París.
“Si aceleramos el ritmo del despliegue de las energías renovables, es posible limitar el cambio climático y satisfacer la creciente demanda energética mundial”, afirmó el Director General de IRENA, Francesco La Camera. “Solo podremos cumplir los objetivos del Acuerdo de París y de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas con una transformación energética centrada en las energías renovables. Las renovables son el único instrumento del que disponemos para respetar el límite de 1,5 °C durante los próximos 11 años”.
“El cumplimiento de los objetivos climáticos también nos permitirá impulsar el crecimiento económico y lograr el desarrollo sostenible con las energías renovables”, prosiguió La Camera. “Pero existe una necesidad urgente de reconsiderar las decisiones de inversión energética a largo plazo para asegurarnos de que nos conduzcan al futuro sostenible que necesitamos. La duplicación de las inversiones en energías renovables nos brinda una magnífica posibilidad para mejorar la salud, crear empleo, impulsar las oportunidades económicas y hacer frente al cambio climático. Es la solución más plausible”.
La transformación del sistema energético con las energías renovables presenta una vía más costo-efectiva que la inacción climática. Cada dólar que se invierta en la transición energética multiplicará de tres a siete veces su rentabilidad en mejora de la salud humana, reducción del gasto relacionado con el clima y reducción de subvenciones.
No obstante, el nuevo informe concluye que para acelerar el despliegue de las energías renovables se requieren políticas que creen un entorno propicio para el desbloqueo de la inversión y el fomento del desarrollo económico. IRENA trabajará más sobre el terreno, facilitando proyectos y ayudando a los países a forjar marcos de inversión atractivos para las energías renovables. La Agencia también intensificará la cooperación con el sector privado, las instituciones financieras internacionales y las organizaciones multilaterales.
En apoyo al llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas a una acción climática decisiva, IRENA ha lanzado una campaña que promueve las energías renovables como una solución práctica de acción climática. En colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la campaña “Lead the change. It’s possible with renewables” (Lidera el cambio. Con las energías renovables es posible) tiene por objeto informar sobre el potencial de las tecnologías basadas en las renovables y, a su vez, fomentar una acción climática específica.